Dos nuevas marcas de cerveza se producen en Ecuador



Las dos empresas que manejan el mercado de cerveza en el país han lanzado, casi al mismo tiempo, nuevas marcas en medio de la crisis por la pandemia de Covid-19.

Dos nuevas marcas de cerveza empezaron a elaborarse en el país. Su objetivo es ganar el mercado acaparado por el contrabando y por los productores ilegales.

El 7 de julio de 2020, la multinacional holandesa Heineken anunció que comenzó la elaboración local de la cerveza que lleva su marca, que ya se vendía en el país, pero era importada.

En 2019 Heineken adquirió la participación mayoritaria de las acciones de la compañía Biela y Bebidas del Ecuador S.A., dueña de la tradicional marca de cerveza Biela.

“Una vez que adquirimos una planta es normal que comencemos a producir nuestras marcas”, afirma Ludovic Auvray, director ejecutivo de Heineken en Ecuador.

Con la producción local de Heineken, el precio de esta cerveza bajo alrededor de 10%, pues ya no paga aranceles de importación.

En los próximos cinco años la firma holandesa aspira que el 30% de su volumen de producción en Ecuador sea de la marca Heineken.

A corto plazo, la compañía se enfocará en la producción de Biela Reserva, Biela Light y Heineken, mientras continúa trabajando para traer y crear nuevas marcas.

Su plan de inversión de cinco años, destinado a maquinaria, equipos y laboratorios asciende a USD 100 millones.

Cervecería Nacional se mueve

Una semana después del anuncio de Heineken, su principal competidor, Cervecería Nacional, lanzó la nueva marca Nuestra Siembra.

Cervecería Nacional, que tiene una participación de mercado del 95%, es dueña de las marcas Pilsener y Club.

“Hace dos semanas la empresa empezó a producir la nueva marca, pero ya veníamos trabajando desde enero, cuando se aprobó el incentivo para el impuesto a los consumos especiales (ICE)“, explica José Luis González, presidente de la empresa.

La nueva norma establece que estarán exentas de ICE las bebidas alcohólicas que contengan al menos un 70% de ingredientes nacionales, adquiridos a actores de la economía popular y solidaria, microempresas o artesanos.

Actualmente, alrededor del 75% de la materia prima para elaborar cerveza en el país es importada de países como México y Chile.

La elaboración de una cerveza con al menos el 70% de ingredientes locales no ha sido fácil para Cervecería Nacional.

“Obtener cebada de alta calidad apta para el malteo puede tardar hasta 25 años. Aún no hemos llegado a esa etapa en el país, por lo que aprovechar el incentivo sólo con cebada era imposible”, explica González.

Por eso la empresa creó el programa Siembra por Contrato, que garantiza el abastecimiento de la compañía con cebada, maíz y arroz producidos en Ecuador.

En el caso de la cebada, Cervecería Nacional paga USD 22 por quintal, cuando su costo de producción es de alrededor de USD 13.

“Un negocio de mucho riesgo se vuelve rentable”, afirma González, quien aspira que la Nuestra Siembra represente un 15% de la producción de Cervecería Nacional.

¿Hay mercado para más?

En el caso de Heineken la meta es incrementar el número de consumidores en el país más que la cantidad de cerveza que bebe cada persona, “porque buscamos consumo responsable”, dice Auvray.

En Ecuador se consumen 5,5 millones de hectolitros de cerveza al año, lo que significa que el consumo per cápita es de 39 litros, frente a países como Chile, que tiene una población similar, pero donde el consumo por persona es de 45 litros”, afirma Auvray.

El hectolitro es una unidad de volumen equivalente a cien litros.

“Esperamos llegar a personas que no tienen acceso a la cerveza y consumen alcohol ilegal. Nuestro negocio podría crecer en un 50% en volumen si el alcohol ilegal se acabara en el país“, sostiene González. Y la estrategia de Cervecería Nacional es entrar con precios competitivos.

Sobre la participación de mercado, Heineken, que tiene el 3%, dice que prevé llegar al 18% en los próximos cinco años, apalancada en una planta que tiene una capacidad de producción de 1 millón de helectrolitros al año.

En cambio, Cervecería Nacional, que registró una caída de sus ingresos por ventas de alrededor de USD 192 millones en 2019, no espera un crecimiento este año, porque la emergencia sanitaria ha golpeado el mercado de bebidas alcohólicas.

Según González, la reducción en ventas del año anterior se debió a las violentas protestas sociales que vivió el país en octubre.

Y en 2020 las prioridades de la empresa cambiaron debido a la pandemia. “Ahora hay que reactivar al país”, dice González.

Fortalecidas por la pandemia

Con la emergencia sanitaria, Heineken Ecuador tuvo que suspender la jornada laboral física dos meses, pero eso no significó la paralización total de sus operaciones.

Tomamos esta situación como una oportunidad para capacitar a nuestros colaboradores de forma virtual y para afianzar nuestra relación con nuestros clientes”, explica Auvray.

La empresa está vendiendo su producto en tiendas y restaurantes. “La gente optó por consumir cerveza en casa, lo que estamos aprovechando”, dice Auvray.

“Comenzamos el año con buenos niveles, pero en la tercera semana de marzo tuvimos que parar el 100% de nuestras actividades” explica, por su parte, el presidente de Cervecería Nacional.

Pero Cervecería aprovechó sus 400 camiones y sus 16 depósitos para crear una cadena de distribución que lleva productos desde los agricultores hasta las tiendas.

Con la entrega de 180 productos, como aceite, leche y huevos, Cervecería Nacional creó una nueva línea de negocio enfocada en la cadena de distribución.

“Estamos saliendo de la pandemia con una empresa más fortalecida”, concluye González.





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